¡ATRACOS EN EL PIEDEMONTE ARAUCANO!

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¿Quién se atreve a robar en el piedemonte araucano? La respuesta es cada vez más inquietante: cualquiera que tenga un arma y un casco. Mientras la población se debate entre el miedo y la impotencia, la delincuencia actúa con total impunidad. 😡

⚠️ Los comerciantes, ya golpeados por el llamado “impuesto de guerra” —extorsiones que deben pagar a los grupos armados para poder trabajar—, ahora también enfrentan una ola de asaltos a cualquier hora de la jornada laboral.

En Fortul, una droguería fue asaltada el 11 de febrero 🏥. En Tame, un asadero de pollos sufrió el mismo destino el pasado domingo 🥳. El modus operandi es calcado: un delincuente armado llega en moto 🏍️, cubre su rostro con un pasamontañas o casco 🪖, saca un arma de fuego 🔫 y amenaza al personal indefenso.

Luego, sin prisa, pero sin pausa, se lleva todo el dinero en efectivo. En el caso del asadero, hasta la caja registradora desapareció 📦.

Las cámaras de vigilancia registran las imágenes de terror 🎥, pero de las autoridades, ni rastro. Ni un pronunciamiento, ni un plan de acción, ni una sola palabra de tranquilidad para los ciudadanos.

🎨 El paisaje en el piedemonte se tiñe de miedo. Comerciantes consultados por la prensa araucana admiten que piensan en cerrar sus negocios 🛑. No saben si mañana serán ellos las víctimas y, lo que es peor, se preguntan si el Estado solo actuará cuando haya una persona asesinada por estos criminales.

¿O es que esperan que, como ha pasado antes, la guerrilla tome la justicia en sus manos y ejecute a los ladrones, como ya ha ocurrido con quienes robaban motos? 🚫🔪

Mientras tanto, la incertidumbre sigue reinando y la impunidad sigue siendo la ley en el piedemonte araucano. ⚠️📲