Arauquita

La violencia sigue escribiendo en sangre las historias de quienes habitan el Piedemonte Araucano

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La nueva víctima se llamaba Uber Arias Beltrán. Era campesino, oriundo de la vereda Cuiloto, zona rural ubicada entre Tame y Arauquita, y fue asesinado a bala la noche del lunes 7 de abril, en su propia finca.

No hubo comunicado oficial. No hubo rueda de prensa. Solo una familia más destruida, un cuerpo menos en el campo, y un temor más en la región.

🔫 Según reportes de medios locales, el crimen fue ejecutado por hombres armados, presuntamente pertenecientes a grupos ilegales que operan en el territorio: disidencias de las FARC y el ELN, aún no se establece los responsables.

El motivo del homicidio aún no ha sido aclarado por ninguna autoridad. Tampoco hay versiones oficiales que expliquen por qué este campesino fue asesinado. Ninguna hipótesis se ha confirmado. Lo único claro es que murió en medio de un conflicto que parece no tener fin.

🐓 A Uber lo conocían por su trabajo en el campo y por su afición a los desafíos gallísticos. Era un hombre de costumbres rurales, como muchos de los que hoy callan por miedo o por costumbre en una tierra donde las balas hablan más fuerte que las palabras.

🚫 En la escena del crimen no hubo presencia inmediata de fuerza pública, solo el personal funerario encargado del levantamiento del cadáver. Su cuerpo fue llevado a la morgue del cementerio en Arauquita, mientras en su finca quedó el eco de los disparos y el vacío irreparable de su ausencia.

🕯️ Hoy, el nombre de Uber Arias Beltrán se suma a la dolorosa lista de víctimas que el Estado no logra proteger. En el Piedemonte Llanero, la vida sigue estando en manos de quien tiene el fusil.

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