Conectado con

Nacionales

Agente del DAS en Arauca asesinó a sangre fría a un sicario de los paramilitares

Published

activo

Un sicario de los paramilitares asesina a un hombre en plena vía de Arauca. Dos agentes del DAS y un policía se dan cuenta y lo persiguen. El sicario resulta muerto, pero las versiones de su fallecimiento son opuestas. Un caso que, 15 años después, acaba de resolver la Corte Suprema.

Wiston Ramírez Bonilla, un exagente del DAS, estuvo a punto de conseguir lo que quería: salvarse de ser condenado por el asesinato de un hombre llamado Fabio Nelson Rivera Martínez, un sicario del bloque paramilitar Vencedores de Arauca. Sus vidas se cruzaron el 2 de noviembre de 2004, en una escena como de película: en una calle del casco urbano de Arauca, el sicario Rivera cometió un homicidio y huyó. Ramírez Bonilla y un colega, que hacían parte del esquema de seguridad del gobernador de Arauca, se dieron cuenta del crimen y corrieron a perseguirlo.

La escena continuó. Los dos agentes del DAS corretearon al sicario Rivera por varias cuadras y se formó una balacera. De repente, Rivera se topó con dos mujeres (María Luzmila Torrealba Chávez y Graciela Chávez Rodríguez) frente a un salón de belleza, las tomó como rehenes e ingresó con ellas al establecimiento. “Él la abrazó con las dos manitos y la metió adentro, entonces yo le dije ‘suelte a mi mamita’, entonces él me agarró fue a mí y me halaba para allá hacia adentro”, contó Torrealba Chávez a la justicia. Un testimonio que, después, sería clave para resolver el crimen del sicario Rivera.

Él murió ese mismo día, minutos más tarde de haber retenido a las dos mujeres para tratar de esquivar su arresto, pues no solo lo seguían los dos agentes del DAS sino también Óscar Paipilla, un patrullero de la Policía. Cuando la Fiscalía Primera Local de Arauca comenzó a indagar cómo había muerto el sicario, se encontró con dos versiones, la que dieron los escoltas del DAS y la que ofreció el patrullero Paipilla. Ambas coincidían en el inicio: el sicario Rivera dejó ir a las mujeres, alejó su arma de él y se postró en el suelo para mostrar rendición. De acuerdo con la ley, lo que debía ocurrir era su detención.

Pero no fue así. Rivera terminó muerto, con un disparo en la cabeza. Pero, para los escoltas del DAS, lo que ocurrió en el entretanto no fue lo mismo que para el patrullero Paipilla de la Policía. El escolta Ramírez Bonilla aseguró ante la justicia que había disparado en legítima defensa; que, después de someterse, el sicario trató de nuevo de coger su pistola y el peligro contra su vida y la de quienes lo rodeaban era inminente. Su reacción, aseguró, fue dispararle en la cabeza. Rivera acababa de cometer un homicidio, ¿cómo no pensar que iba a matarlo a él, a su compañero o a los demás presentes?

El policía Paipilla, sin embargo, relató unos sucesos que diferían de lo narrado por Ramírez Bonilla en un detalle esencial. El sicario Rivera sí se rindió, sí depuso su arma, pero, una vez desarmado, los dos escoltas del gobernador lo tiraron al suelo, lo golpearon, y, sin siquiera tener chance de recuperar su pistola, Ramírez Bonilla le disparó. Parecía un caso de palabra contra palabra, que se fue a juicio en 2012. El Juzgado Primero Penal del Circuito de Arauca absolvió al exagente del DAS en 2014 y la decisión fue confirmada por el Tribunal Superior de Arauca en mayo de 2018.

Lo que la justicia no vio

La Fiscalía no se resignó a perder el proceso y le pidió a la Corte Suprema de Justicia que analizara los fallos del juez de Arauca y del Tribunal, solicitud que fue admitida en enero de este año. Y el expediente dio un giro radical. La Corte, en resumidas cuentas, concluyó que los jueces de primera y segunda instancia tuvieron frente a ellos un ramillete de pruebas suficientes que comprobaban la culpabilidad de Wiston Ramírez Bonilla en la muerte violenta de Fabio Nelson Rivera. Que, contrario a lo que decía el exagente del DAS, nada de lo que ocurrió ese día en un salón de belleza de Arauca fue en legítima defensa.

Una de las principales discusiones alrededor del crimen de Rivera fue el testimonio del patrullero Óscar Paipilla. El Tribunal Superior de Arauca puso en tela de juicio el testimonio de Paipilla, quien a lo largo de los últimos diez años rindió declaraciones a la Fiscalía en cinco oportunidades. Las tres primeras, en Arauca. La cuarta, en Bucaramanga, “a donde sus superiores dispusieron el traslado por los riesgos personales que, precisamente con ocasión de su participación en el proceso, le surgieron”. El examen a las palabras del policía fue la primera lección de criminalística que dio la Corte Suprema en este caso.

El Tribunal señaló que el testimonio de Paipilla no era creíble porque presentaba inconsistencias entre declaraciones. La Corte, sin embargo, resaltó que el Tribunal pasó por alto que cualquier testigo modifica levemente su versión con el paso porque “el transcurso del tiempo puede difuminar los recuerdos”, y que lo que debe evaluarse es si “los elementos centrales del hecho” se han alterado o no. Además, las circunstancias de la muerte de Rivera se dieron, dijo la Corte, “en un contexto de estrés agudo derivado de la persecución de un delincuente”, por lo que las imprecisiones eran esperables.

“Resulta irrazonable exigir de quien en el curso de casi diez años acude a las autoridades en múltiples ocasiones a rendir testimonio que realice siempre exposiciones idénticas respecto de lo percibido. Una situación contraria, de absoluta coincidencia entre las plurales versiones, parecería – eso sí – sospechosa, pues indicaría que el deponente se ha aprovisionado de un relato preconcebido”, advirtió la Corte, que, de paso, señaló que las imprecisiones que encontró el Tribunal en la versión de Paipilla resultaban “irrelevantes”, como el color del arma, pues estaba constado, irrefutablemente, que él vio todo.

Otro detalle: en una de sus declaraciones, el patrullero Paipilla agregó que los exagentes del DAS le dijeron: “Chino, ábrase que a este hijueputa lo vamos a matar” y que, después, el compañero del agente Ramírez Bonilla movió la pistola de Rivera mientras Ramírez Bonilla regaba vainillas por el local. “En la inspección del lugar de los hechos se encontraron cuatro vainillas”, confirmó la Corte. “La presencia de esos casquillos en el sitio no tiene explicación distinta que la ofrecida por Paipilla Rangel. Se trata entonces de un hallazgo que ratifica la veracidad de su posterior versión, así sólo haya mencionado ese hecho tardíamente”.

Por último, un tema esencial de criminalística pura: el Tribunal de Arauca pasó por alto, “en una ostensible violación de la ciencia”, que la necropsia de Fabio Nelson Rivera indicaba que en una de sus manos había una herida de bala  y exhibía “tatuaje de pólvora”, señal de disparo a una muy corta distancia. El Tribunal señaló que, como no se pudo hacer la prueba de absorción atómica (alguien puso la mano de Rivera dentro de una bolsa plástica), era incoherente que después se hallara el tatuaje. “Tal planteamiento es equivocado porque desconoce los principios científicos aplicables”, dijo la Corte.

Por eso fue que el testimonio de María Luzmila Torrealba Chávez, a quien Fabio Nelson Rivera tomó como rehén, tomó relevancia. Ella contó que Rivera cogió a su madre con las dos manos. Los exagente del DAS sostuvieron que tal vez Rivera resultó herido al matar al hombre por el que comenzó la persecución en su contra, pero se comprobó que esa víctima nunca disparó un arma. La procuradora del caso alegó que esa prueba no podía tenerse en cuenta porque los peritos no acreditaron conocimiento en materia de heridas, pero en el proceso nunca se cuestionó la idoneidad de los expertos de Medicina Legal.

Por último estuvo la trayectoria de las balas. Según la Corte, el Tribunal de Arauca también pasó por alto el informe de balística, que controvierte la versión de Wiston Ramírez Bonillla. Este ratificó que la herida de la mano se hizo a una distancia menor a un metro, “no pudo producirse en el curso de la persecución”, como dijo Ramírez Bonilla. Por otro lado, mostró que la trayectoria del disparo en la cabeza de Rivera fue de abajo hacia arriba, mientras Ramírez Bonilla aseguró que le había disparado cuando Rivera estaba un poco agachado. Además, Ramírez Bonilla mide 1,80 metros y Rivera medía 1,65.

“El documento explicita que quien disparó estaba detrás de la víctima y que la bala penetró el cuerpo de abajo hacia arriba, lo cual puede haber sucedido en cualquier postura que físicamente permitiera ese desenlace (ambos sentados, uno sentado y otro de pie, ambos parados, etc.)”. Y agregó: “El informe balístico sustenta las aserciones de Paipilla Rangel, quien sostuvo que Ramírez Bonilla le disparó a Rivera Martínez desde atrás, cuando éste miraba hacia abajo y yacía postrado en el suelo”. O sea, cuando Rivera estaba inmovilizado después de rendirse.

La defensa del exagente Ramírez Bonilla alegó que el patrullero Paipilla tenía un “interés vindicativo”, porque los exintegrantes del DAS le habían robado la posibilidad de tener en su haber un “positivo”. La Corte encontró no solo que no se pudo probar tal interés, sino que el haber sido testigo del homicidio de Fabio Nelson Rivera le trajo muchos problemas de seguridad a Paipilla y su familia, al punto que sus superiores decidieron trasladarlo a Bucaramanga. Además, las pruebas científicas comprometían, sin lugar a dudas, al exagente Ramírez Bonilla.

Así las cosas, con tantas evidencias en su contra, la Corte Suprema de Justicia condenó a 25 años de prisión al exmiembro del DAS, Wiston Bonilla Ramírez, por homicidio agravado. No tendrá derecho a la detención domiciliaria por ahora y la Corte libró orden de captura inmediata contra el exfuncionario del Estado, a quien le queda una última opción de que se revise su caso si impugna esta determinación.

Redacción Judicial el Espectador.com 

https://www.elespectador.com/noticias/judicial/historia-de-un-homicidio-empezo-cual-pelicula-y-se-resolvio-como-capitulo-de-csi-articulo-892742

 

Sigue leyendo
Advertisement

Nacionales

Balance del cese al fuego en el último año no evidencia verdaderos gestos de paz de los grupos armados

Published

activo

Entre el 1 de enero y el 31 de diciembre del 2023, la entidad nacional de derechos humanos le hizo un seguimiento permanente al cese al fuego bilateral decretado a comienzos del año anterior por el Gobierno Nacional con varios grupos alzados en armas. El resultado del estudio deja mucho que desear, toda vez que la población civil es la principal víctima, al vulnerársele derechos fundamentales como a la vida, integridad, libertad, seguridad, entre otros.

“A partir del monitoreo que adelantamos, se registraron 236 acciones violentas por parte de los grupos armados ilegales en el desarrollo del cese al fuego, de las cuales 34 fueron acciones directas con la fuerza pública y las restantes 202 correspondieron a acciones indirectas entre las mismas organizaciones armadas, que constituyeron claras infracciones al derecho internacional humanitario”, asegura el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis.

Para darle confianza a la ciudadanía en el avance de los actuales diálogos de paz y ceñidos a los resultados del balance, enfatiza el Defensor, “es fundamental un compromiso expreso de todas las estructuras armadas al margen de la ley, como frenar definitivamente el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes, devolver a los menores de edad que se encuentran en sus filas y terminar con el delito del secuestro, además de entregar a todas las personas que tienen en cautiverio”.

Una acción directa son hechos bélicos y hostilidades entre la fuerza pública y los grupos armados involucrados en los decretos del cese, y las acciones indirectas son aquellas situaciones ejercidas por las organizaciones armadas ilícitas que atentan contra los derechos humanos (DD. HH) y violentan lo establecido en el derecho internacional humanitario (DIH), cuyos afectados son los civiles.

Acciones directas (AD)

“En la mayoría de los casos, los departamentos y municipios en donde ocurrieron estas acciones habían sido previamente advertidos mediante nuestras Alertas Tempranas. Vale advertir que el departamento del Cauca fue, de lejos, el más afectado, con 21 de las 34 acciones directas”, indica el Defensor del Pueblo.

Le siguió Huila, con cuatro; después Valle del Cauca, con tres; Nariño, con dos; posteriormente, Antioquia, Arauca, Guainía y Guaviare, con una acción directa cada departamento.

El monitoreo da cuenta de que 27 de las 34 AD ocurrieron en el primer semestre del 2023, siendo enero el mes en el que más se presentaron, con siete. Luego estuvieron febrero y abril, con seis cada uno; marzo y noviembre, con cuatro cada uno; mayo, junio y octubre, con dos AD cada uno, y agosto, con una. En julio y diciembre no hubo acciones directas.

Del total, 32 fueron cometidas por el autodenominado Estado Mayor Central (EMC) de las Farc (94%), y hubo un hecho atribuible a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Corinto (Cauca) fue el municipio donde más hubo AD, con cinco; le siguieron Suárez, Patía y Buenos Aires (Cauca), con tres cada población; La Plata (Huila), con tres; Buenaventura (Valle del Cauca), con tres; Argelia (Cauca), con dos.

En el 62.5% de los 16 municipios donde se registraron acciones directas hubo homicidios contra personas defensoras de derechos humanos.

Acciones indirectas (AI)

De las 202 AI, marzo y mayo fueron los meses cuando más se registraron, con 28 cada uno; febrero y junio, con 25 cada uno; enero y octubre, con 19 cada uno; agosto, 16; noviembre, 15; abril, 13, y diciembre, tres. En julio no fueron registradas acciones indirectas, dado que fue un periodo de transición entre la primera y segunda fase del cese al fuego bilateral.

“El grupo con más acciones indirectas registradas fue el autodenominado Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc…

Sigue leyendo

Nacionales

Conozca cómo puede protegerse ante un posible “golpe de calor”

Published

activo

País, 31 de enero 2023 – Las altas temperaturas continúan siendo motivo de preocupación en varios departamentos, si bien los esfuerzos de los últimos días se concentran en controlar los incendios que se han presentado en diferentes zonas del país, desde salud se pueden dar casos de afectación por las condiciones climáticas de diferentes zonas por el denominado “golpe de calor”. 

Según el más reciente informe del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), durante la semana del 15 al 21 de enero de 2024, se registraron temperaturas del aire por encima de 37 °C en municipios de Cesar, Magdalena, Bolívar, Santander, Cundinamarca, Tolima y Huila. Y si bien en territorios de la región central del país los índices no son tan altos, si se han presentado temperaturas nunca registradas, como el caso de Bogotá que ha llegado a los 25° C.  

Estas elevadas temperaturas se atribuyen al fenómeno de El Niño, el cual se espera persista durante algunos meses más con la posibilidad de que llegué a una condición neutral entre abril y junio, según las alertas emitidas por la entidad

Ante las persistentes temperaturas en el país, resulta vital tomar precauciones para protegerse ante la amenaza de un posible “golpe de calor”, según los informes meteorológicos, se debe tener cuidado ya que la exposición prolongada a las mismas y la deshidratación, pueden tener consecuencias severas y, en casos extremos, resultados fatales.

Dada esta situación el área de Promoción y Prevención de NUEVA EPS en conjunto con el Dr. Santiago Moros, jefe de urgencias del Hospital Universitario Mayor de Méderi, brinda valiosos consejos a la comunidad para enfrentar el aumento de las temperaturas con precaución y bienestar.  

¿Cuáles son los síntomas más comunes de un golpe de calor por temperaturas altas?

“Los síntomas más comunes de un golpe de calor debido a altas temperaturas incluyen un aumento significativo de la temperatura corporal, pudiendo alcanzar los 40 °C o más. Este incremento de la temperatura puede dar lugar a alteraciones en el estado mental y el comportamiento. La insolación puede generar confusión, agitación y dificultad para hablar. El paciente puede volverse irritable, presentar incoherencias al hablar e incluso experimentar convulsiones, llegando en casos extremos a la muerte.

Además, se observa una alteración en la sudoración, con la presencia de piel seca y enrojecida. También es posible experimentar náuseas y vómitos. La boca puede encontrarse seca y la cantidad de orina disminuye. La respiración se vuelve rápida y superficial, y se registra un aumento del ritmo cardíaco, conocido como taquicardia.” 

¿Cuáles son las poblaciones más vulnerables a sufrir un golpe de calor y por qué?

Aunque cualquier persona puede experimentar un golpe de calor, las poblaciones más vulnerables incluyen a los ancianos, los niños y aquellos con enfermedades crónicas, ya que son más propensos a la deshidratación y su capacidad de respuesta fisiológica se ve afectada debido a la edad y los medicamentos. 

Por otro lado, se encuentran en riesgo los deportistas y quienes trabajan al aire libre, especialmente cuando las temperaturas son elevadas y la exposición al sol es prolongada. Este riesgo se extiende a las personas con obesidad, aquellos que llevan un estilo de vida sedentario y aquellos con antecedentes de haber sufrido previamente un golpe de calor.

¿Cuáles son las medidas de prevención que se pueden tomar para evitar un golpe de calor en días de altas temperaturas?

Para prevenir afectaciones en días calurosos, es esencial planificar las actividades para salir en la mañana, tarde o noche. Además, se recomienda usar ropa ligera que permita la rápida evaporación del sudor y evitar el sobrecalentamiento. Protegerse de la insolación con protectores solares, sombrillas y sombreros es crucial, al igual que mantenerse bien hidratado. Consumir alimentos ligeros ayuda a evitar la congestión estomacal. Es importante tener precaución con ciertos medicamentos, como los diuréticos utilizados para problemas cardiovasculares, ya que pueden aumentar la deshidratación.

Además, se aconseja no dejar automóviles estacionados bajo el sol, ya que la temperatura puede aumentar significativamente en pocos minutos. Nunca es seguro dejar a niños o mascotas dentro del automóvil, ya que esto puede empeorar los riesgos de golpes de calor, especialmente durante periodos de temperaturas extremadamente altas.

¿Cuál es la mejor manera de tratar a una persona que está experimentando un golpe de calor?

La mejor manera de atender a alguien que está experimentando un golpe de calor es trasladarlo a un lugar fresco con sombra o un ambiente cerrado con temperaturas más frescas. Es importante quitarle el exceso de ropa y enfriar a la persona utilizando cualquier medio disponible, como colocar toallas húmedas y frías sobre ella. También se puede considerar ingresarla a una bañera con agua fría o proporcionarle una ducha fresca, rociándola con una manguera en el jardín, por ejemplo. Además, se puede aplicar agua fresca con una esponja o toallas sobre la piel, o colocar compresas de hielo o toallas frías en áreas clave como la cabeza, el cuello, las axilas o las ingles.

Si el paciente tolera la ingesta vía oral, es recomendable comenzar a hidratarlo con líquidos fríos y llevarlo de inmediato a un centro de salud de urgencia que cuente con experiencia en el manejo de golpes de calor.

¿Cuáles son las señales de alerta de un golpe de calor que requieren atención médica inmediata?

Las señales de alerta de un golpe de calor que requieren atención inmediata incluyen cambios en el comportamiento, incoherencia en el habla, delirios, agitación, dificultad para hablar, irritabilidad, piel y boca extremadamente seca, acompañada de náuseas, vómitos, taquicardia y una frecuencia respiratoria elevada. En estos casos, es crucial llevar a la persona afectada de inmediato a un centro de atención médica para recibir la asistencia necesaria.

En conclusión, es imperativo destacar la importancia de la prevención y la pronta atención médica. El conocimiento de las señales de alerta y la implementación de medidas preventivas son esenciales para proteger la salud en períodos de altas temperaturas. Además, la rápida identificación de síntomas y la respuesta inmediata son pasos cruciales para garantizar un mejor pronóstico y una recuperación exitosa ante condiciones climáticas extremas.

Sigue leyendo

Arauca

Durante el 2023, en Colombia fueron asesinados 181 líderes sociales y defensores de derechos humanos

Published

activo

Aunque un nuevo informe de la Defensoría del Pueblo da cuenta de la cruda realidad que padecieron el año anterior quienes se dedican a defender los derechos de las comunidades, al comparar las cifras, hubo una disminución del 16% de los homicidios en relación con el 2022.

El Defensor del Pueblo califica lo sucedido como una tragedia para el país, razón por la que insta a la institucionalidad, a los recién posesionados mandatarios locales, a la Policía, a las Fuerzas Militares, entre otros, a trabajar conjuntamente en la protección de los defensores de derechos.

Igualmente, extiende su invitación a los entes estatales para que implementen planes y políticas públicas que apunten a garantizar el legítimo derecho de los líderes a ejercer sus actividades.

Bogotá, 9 de enero de 2024 (@DefensoriaCol). Un informe de la Defensoría del Pueblo, elaborado por su Sistema de Alertas Tempranas (SAT), revela un panorama de riesgo, amenaza e inseguridad para quienes están dedicados a promover y proteger los derechos de las comunidades, puesto que durante el 2023 fueron asesinados 181 líderes, lideresas y personas defensoras de derechos humanos en el territorio nacional. Del total, 160 eran hombres y 21, mujeres.

“Es una situación inaceptable que cada dos días del año anterior, en promedio, fuera asesinado un líder social o defensor de derechos humanos en Colombia. Cada vida perdida es una tragedia para sus familias, para las comunidades y para la defensa de los derechos fundamentales en el país”, asegura el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis.

Aunque el informe de la Defensoría deja en evidencia la descarnada realidad que padecieron el año pasado quienes se dedican a preservar los derechos de las comunidades, particularmente en las regiones donde arrecia el conflicto armado interno, hubo una disminución del 16% en comparación con el 2022, cuando fueron registrados 215 casos; dicho de otra manera, fueron asesinadas 34 personas menos en el 2023.

Los sectores más afectados

Preocupa a la institución de derechos humanos que los sectores sociales más afectados hayan sido el comunal (37 homicidios), indígena (37), comunitario (36), campesino (13), afrodescendiente (10), víctima (9), OSIGD-LGBTIQ+ (7) y el de activistas de DD. HH. (7).

Abril (con 19 crímenes), junio y julio (18 cada uno), diciembre y marzo (17 cada uno) fueron los meses con el mayor registro de asesinatos contra estas personas.

“Es evidente que debemos redoblar nuestros esfuerzos para proteger a los defensores de derechos humanos en Colombia. No podemos permitir que el miedo y la violencia silencien las voces valientes que luchan por un país más justo y seguro. Es responsabilidad de los entes estatales implementar planes y políticas públicas en materia de prevención y garantías para quienes defienden los derechos humanos”, es el llamado del Defensor del Pueblo.

Tres departamentos concentraron el 41% de los casos

El ‘Informe anual de homicidios a líderes sociales y defensores de derechos humanos enero-diciembre 2023’ da cuenta de que los 181 crímenes sucedieron en 123 municipios (en 25 departamentos), como también, de que el 44% del total de los casos se concentró en 80 de ellos. Cauca (con 36 casos), Antioquia (21) y Nariño (17) fueron los departamentos donde hubo más homicidios, es decir, 74, lo que representa el 41% del dato global.

Les siguieron Valle del Cauca (15 homicidios), Córdoba (10), Putumayo (9), Norte de Santander (7), Arauca (7), Bolívar (7) y Bogotá (6).

“La institucionalidad debe aumentar sus esfuerzos para garantizar la protección de quienes defienden los derechos humanos en contextos de alta vulnerabilidad. Es apropiado optar por estrategias focalizadas en Cauca, Antioquia y Nariño, sobre todo, en los municipios donde hubo una mayor cantidad de homicidios. También hay que contemplar un trabajo fuerte en los lugares donde los actores armados ilegales se disputan los corredores estratégicos de economías ilícitas”, indica Carlos Camargo Assis.

Sigue leyendo

Destacados